martes, 7 de febrero de 2012

La seguridad de lo inseguro.

Nos venden por la tele, nos bombardean por la tele con anuncios de empresas de seguridad que quieren que montemos una alarma en casa.

Nos deslumbran con supuestas características estupendas, de las cuales la más destacable es la la ausencia de instalación de cableado. Esa característica tan reseñable es sin duda la más peligrosa, analicemos el entorno operativo:
  • Detectores volumétricos sin cable, operados por baterias y con cámara instalada que avisan a la central cuando la batería se está acabando.
  • Central sin conexión a la red telefónica, que evita un corte de la línea y de esta manera dificultan el corte de la comunicación con la central de alarmas, o la policia, esta última es la opción más usada, la central llama directamente a la policía.
Si los detectores son sin cable, es porque son inalámbricos y si la central no tiene conexión a la red telefónica, es porque usa GSM, telefonía móvil.

Ambos sistemas son 100% inseguros, y no porque se puedan hackear, que eso es harina de otro costal, sino porque son total y completamente anulables a distancia y con un coste no superior a los 100€.

Es suficiente con un innibidor de WIFI y otro de GSM, que se pueden comprar en cualquier tienda del espía o similar.

El innibidor de GSM evita cualquier comunicación por teléfono móvil, anulando las capacidad de comunicarse con la central.

El innibidor WIFI evita que los sensores se comuniquen con la central, evitando que esta suene, y en el caso de que esta llegara a sonar, tenemos que contar con la buena fe de los vecinos, para que estos llamen a la policía.

Al final, un buen cable, es más eficiente, que la mejor de las señales inalámbricas.

NOTA (09/02/2012):  Por supuesto el objetivo de esta entrada no es ni mucho menos hacer un curso de como saltarse este tipo de alarmas, es una reflexión en voz alta. Invito a los que me han enviado correos, o comentarios a través de meneame, que busquen información en Internet más exhaustiva y en lo foros donde se comunican los poseedores de alarmas de este tipo, y en los que cuentan cómo les han robado, con la alarma conectada, y la explicación dada por la Policía.

lunes, 6 de febrero de 2012

No estamos locos.

En el mundo de la tecnología en las islas existe un retraso a nivel producción de más de 5 años. Consumimos productos tecnológicos pero permitimos que el desarrollo y las mejoras de esos productos vengan de fuera.

Pocas empresas, por no decir ninguna, cogen el toro por los cuernos y emprenden un camino que les puede llevar al éxito. El principal problema con el que se encuentran es que las "grandes" empresas, muchas de ellas apesebradas en contratos con la administración, reaccionarán tirando a matar. Al que en esta tierra asoma la cabeza por encima del muro, le meten una pedrada.

El siguiente problema, es que la gente te mirará con escepticismo, acostumbrados a la eterna mediocridad inherente a muchos directivos, se tomarán tu propuesta a risa, pensarán que estas loco o que simplemente le ofreces revenderle un producto ya creado.

Sufrimos del profundo escepticismo enriquecido, engordado y cebado, por lustros de aplatanamiento y falta de apoyo, de apesebramiento y conformismo, de vivir de las rentas y no producir más rentas.

Hace años decidimos montar una empresa de creación de páginas web, cuando la gente no sabía ni lo que era internet. Trajimos la primera máquina de pago para conectarse a la red, cuando la gente no tenía ni correo electrónico. Programábamos aplicaciones web, cuando no existía PHP, JSP, ni ASP, sólo PERL y una cosa muy rara de Microsoft antecesor del ASP, y todo esto con el notepad.

Después apareció el editor Hotdog Pro, que permitía ver una previsualización de la página sin abrir el navegador. Meses después salió el FrontPage de Vermeer, una maravilla de editor WYSIWYG que permitía editar las páginas visualmente, pero que generaba un código HTML que después había que limpiar y retocar para que no pesara mucho.

Hoy, apostamos por el desarrollo en dispositivos móviles y tablets, pero de otra manera, adaptándolas a personas con discapacidad, usándolas de forma que nadie había pensado o pocos habían pensado, y de nuevo, piensan que estás loco, pero no estamos locos, SABEMOS LO QUE QUEREMOS.